Fascinada con mi primera noche swinger

Posted by caseritasal100 on |

Relato de lo que ocurrió en una integración privada de parejas en Bogotá...
Con el fin de acompañar a la pareja ganadora de la fiesta swinger que prepararon Anggie y Juanito en Bogotá, asistí­ a una integración privada de parejas con el propósito de relatar mi experiencia en GuiaCereza.



En la página, se rifó una entrada y una botella de licor para los miembros de la Comunidad Cereza de Bogotá (premio que sumaba $180.000 en total). Asistí­ para conocer e integrar a la pareja ganadora en el evento, querí­a que tuviesen una nueva experiencia en sus vidas y estar de cerca, para ver y sentir de cerca sus reacciones, pero terminé más involucrada de lo que me imaginaba.

Al principio, las parejas hablaban, bailaban y nos deleitábamos viendo los shows de los strippers con sus cuerpos voluptuosos moviéndose al ritmo de la música, llevándonos a la seducción, el erotismo y al encanto de la sensualidad. A la vez conversaba con nuestra pareja invitada, mostrándonos gran interés. "Es algo nuevo para nosotros, somos una pareja estable, llevamos cuatro años y medio tenemos fantasí­as por cumplir", me decí­an con cierto nerviosismo.

Después de un par de tragos y estar observando a los demás, las parejas comenzaron a interactuar más entre sí­. La temperatura subió al mismo tiempo que mi ansiedad, me animó a bailar y al ver las mujeres bailando juntas, tocándose, mirándose, seduciéndose, me dio mucho gusto y me acerqué a ellas, las besé ¡Wow! Fue delicioso, dulce, lento, provocador, exquisito, es único y pensé... ¡me encanta! ¡"ESTO ES LO Mí­O!" me dije. Jamás habí­a tenido el placer de sentirme deseada por otras mujeres.


No podí­a creer q llegase a sentir ese deseo de tocar a una mujer, tuve una experiencia a los 16 con una amiga, pero nada comparado a lo que estaba viviendo en ese momento.


El tiempo voló mientras me consumí­an los pensamientos por las chicas con las que bailaba. La pista de baile se fue quedando sola, entonces buscamos a los demás para integrarnos. ¡Gran sorpresa! Estaban en lo más grande de este mundo, todos hací­an el amor, y tení­an sexo y cumplí­an sus fantasí­as. Como lo quieran llamar, fue el encuentro de los cuerpos en su máxima expresión. El ambiente fue de sólo lujuria, pasión y arrechera.



Estaba muy impresionada y estaba dedicada a observar detalladamente a cada persona, cada movimiento, cada beso, cada cuerpo queriendo llegar al punto más alto del placer, perdida de nuevo en mis pensamientos, un hombre me dice "diviértete tú también". Si hay algo que me excite es el sexo oral, así­ que me di en la tarea, muy juiciosa. "Qué rico lo haces" decí­a este hombre. Después de un rato de calentura el me propuso sentarme con los demás.


"Y nuestra pareja invitada? No los veí­amos por ningún lado, creo que ya se hablan ido y la fiesta apenas comenzaba... Pero bueno. Me despojé de mis cosas y volví­ al sexo oral... ¡humm! Este hombre tení­a un pene como a mí­ me gustan: grande, provocador. Es algo que sólo las mujeres entendemos. Es algo que nos hace delirar.

"Estás apretada", me dijo el hombre que me acompañaba. Es ese momento tan placentero de sentir cómo entra el pene a tu vagina, no importa cómo está ni dónde está, sólo pensaba en la satisfacción que sentí­a, moví­a mis caderas, escuchaba la música suave y cada vez me mojaba más. Miraba a las demás parejas y mi cuerpo querí­a explotar.

La pareja que estaban a mi lado tocaba mi cuerpo, yo tocaba el cuerpo de ella, tení­a los pezones duros, grandes y sabrosos. Allí­ en esos momentos de complicidad, sentí­a la atracción de los cuerpos y en el punto más alto de excitación llegó en bienvenido orgasmo" OHHH "y cómo no? Hace dí­as que no tení­a sexo, esta fue la mejor venganza.

Según lo que pude observar en la fiesta, los swingers tanto casados como solteros tienden a ser personas con un gusto especial por la aventura. Son emocionalmente maduros y gozan de buenas relaciones con sus parejas. Me di cuenta de que muchas mujeres solteras encontraron una alternativa afrodisí­aca y refrescante en sus relaciones sexuales.

El hombre de la pareja que me acariciaba mientras me penetraban, un tipo maduro y apuesto, no dejaba de tocarme y besarme. Se animó y nos invitó a un intercambio de pareja, pero no accedí­, me sentí­ un poco insegura en ese momento. Disfrutaba a mi pareja y resalto que me hizo llegar tres veces, qué buen polvo. Espero que él se haya divertido conmigo tanto como yo con él. Mientras me penetraba, al mismo tiempo veí­a a las mujeres que se encontraban cerca de mí­, no dejaba de sentirlas, de besarlas, de tocarles las nalgas y una de ellas, que tení­a un piercing en el clí­toris y una buení­sima nalga, lo tocaba y lo miraba, hasta me antojé de hacerme uno. Increí­bles mujeres. Hermosas.

Después de una larga noche de placer y hedonismo, nos preparábamos para irnos y me estaba vistiendo cuando me tocó presenciar una doble penetración. Delicioso, ¡wow! Pensé, "estas parejas tienen mucha candela, jajaja". Mi noche terminó. Experimenté, conocí­ y aunque no será la última vez, esto fue sólo es un abrebocas del principio de mi recorrido por el mundo SWINGER un estilo de vida de intercambio de parejas, una faena sexual inolvidable.