Orgasmo Anal...

Posted by caseritasal100 on |

Desde la primera vez lo intento, sosteniéndome sobre la silla ginecológica completamente abierta de piernas
Desde la primera vez lo intento, sosteniéndome sobre la silla ginecológica completamente abierta de piernas. introdujo uno de sus dedos en mi ano, el dolor lo estrecho y luego no fue posible que introdujera su sexo... mi satisfacción estaba en complacerlo así­ que empecé a practicar con el vibrador en mi ano, todas las noches... un poco de aceite de canela sobre el apetecido juguete....y empezaba con una mano a introducirlo y con la otra a masturbarme para que el placer absorbiera la posibilidad de dolor que pudiera existir...

Una noche tras otra, hacia contacto con el juguete, que él me habí­a regalado dí­as antes... al paso de una semana, el orificio habí­a dilatado más y el juguete entraba sin mucha dificultad, ya no necesitaba estimular mi clí­toris el solo contacto del juguete con mi culo me humedecí­a y la posibilidad de pensar que pronto seria poseí­da por él, hacia del éxtasis algo mas sublime....

El dí­a y el momento menos planeado llegaron sin avisar, allí­ me encontraba saboreando su piel, su olor su textura, ya habí­a sido suya esta vez...pero el deseo volví­a a prolongarse, mi lengua sobre su pene erecto, mi mente volaba...disfrutaba....se entregaba a su excitación...

Me tomo por los hombros, quedando yo de espaldas a su pecho... me apretaba fuerte contra él, mi respiración agitada... temblorosa de placer, levanto una de mis piernas y su pene hizo contacto con la humedad que habí­a dejado el contacto de mi lengua con su sexo... mi cuerpo se contoneaba se moví­a ofreciendo y pidiendo ser poseí­do... no espere mucho para sentir su sexo jugueteando con el mio y con mi culo también... cada vez más con este... lo que me hizo entender en el lenguaje no explí­cito pero igual de comprensible a las palabras... que querí­a poseerme por atrás...

Sin pensarlo accedí­, con mi cuerpo a su proposición levantando mis nalgas hacia él, quien forcejeo un poco mientras yo recordaba por lo que habí­a leí­do que el esfí­nter externo lo manejaba yo y el interno ya era cuestión de fisiologí­a, así­ que mi parte estaba en abrirle la primera entrada... así­ lo hice deslizo su pene aún mas erecto que nunca sobre las paredes de mi ano, sin lubricante,... no lo necesitaba... humedad era mi nombre en ese momento... una vez adentro mis quejidos entre el dolor y el placer no se hicieron esperar uno tras otro, mis manos apretaban las sabanas en señal de placer y dolor controlado... gemí­a y él entraba y salí­a cada vez con mas fuerza, poní­a sus manos sobre mi pelvis empujándola aun más hacia él y yo sentí­a su verga perforar cada entraña una y otra vez; empujaba una y otra vez su pelvis contra la mí­a y yo me hincaba para dejarme aún más expuesta y que el disfrutara de la vista y de mi entrega a sus deseos... hasta explotar en un fuerte orgasmo de placer mutuo acompañado de gemidos, forcejeo, gritos, respiración.... que dejaron en mi el agradable recuerdo de mi primer y mas duradero orgasmo anal...